jueves, 25 de junio de 2009

La sala

En honor de todos aquellos que han pasado por estos momentos difíciles y han logrado superarlos, y en honor de todos aquellos que ya no están...

La gotita cae en esa manguerita transparente que llega a la vena y entra en el torrente viajando por todo el ser y traspasando también el alma. Un día tras otro se van ocho horas en esa sala esperando que la gotita caiga para matar lo que está matando.

Unos esperan con paciencia, leyendo, hablando; otros duermen para no sentir el paso del tiempo; alguno ya ha perdido la fe, otro ya ha perdido hasta las venas.
Y no hay hambre en esas horas, ni sed, sino un acompasado desespero por terminar, por olvidar que eso está pasando.

Muchos luchan contra una enfermedad que mina el cuerpo, pocos saben que mina también el espíritu… Muchos hablan de una enfermedad terrible, pocos saben cuan terrible es…