jueves, 5 de julio de 2012

Open English o la mediocridad Latinoamericana

Luego del revuelo causado por la Organización Nacional de Profesores de Inglés como Segunda Lengua en Brasil, BrazTesol, y el comunicado publicado por su Presidente Vinícius Nobre con respecto a la campaña publicitaria de la empresa Open English en Brasil y las disculpas públicas de su Fundador Andrés Moreno en su blog, muchos profesores no nativos del idioma inglés en toda Latinoamérica han levantado su voz y expresado su descontento ante dicha campaña publicitaria.
A pesar de ser alabada por muchos expertos en marketing y publicidad como un excelente concepto, como profesor de inglés como segunda lengua y televidente considero que a todas luces para nuestra profesión esta campaña es racista pues atenta contra aquellos profesores no nativos del idioma inglés, siendo despectiva y descalificando la labor y esfuerzo que muchos llevan a cabo en su mejoramiento profesional y demuestra una total desvaloración a años de investigación llevada a cabo por lingüistas, psicólogos, investigadores, expertos y editoriales en cuanto a las teorías del aprendizaje y la enseñanza del idioma. Por otro lado, sociológicamente, desestima la inteligencia y capacidad de la teleaudiencia a través de la mofa y tergiversación de los conceptos manejados en muchas aulas de idiomas en las cuales hace años no se utilizan diccionarios, copias y más recientemente, incluso, libros, pues el campo ha sido tomado, literalmente, por el desarrollo de herramientas virtuales para la enseñanza.
En lo personal, como profesor de inglés como segunda lengua, invierto mucho tiempo, esfuerzo y fondos personales en mi mejoramiento profesional, añadiendo cada vez más certificaciones internacionales de alta calidad a mi currículo, las cuales avalan mi trabajo y garantizan la funcionalidad de mis alumnos a la hora de encontrarse dentro del contexto de un país de habla inglesa, tanto en su idioma como cultura. No en vano un 80% de mis clientes han optado y sido aprobados por universidades Norteamericanas con excelentes calificaciones de admisión y un desempeño ejemplar en comunidades educativas y sociales de Estados Unidos. Más allá de ello, muchos colegas, especialmente los que trabajan con niños, han expresado de manera preocupante el impacto del error lingüístico que crea el clip conocido por todos como “RE-chicken” y la dificultad que enfrentan en el aula pues los pequeños están convencidos que “Repollo” se dice de esa manera y resulta sumamente difícil cambiar esta creencia y hacerles entender que se dice “Cabbage”. ¿Hasta dónde llega la desvaloración profesional y social y la creencia que otros profesionales y la teleaudiencia son completamente ignorantes?
Por otro lado, como profesional, esta publicidad me hace pensar profundamente en la mediocridad tanto de los medios, profesionales del medio publicitario y afines, como en la calidad de los profesores “certificados” de dicha compañía, pues me demuestra que carecen del todo de una formación en cuanto a las teorías del aprendizaje y la enseñanza del inglés como segunda lengua y las diversas corrientes, métodos y técnicas disponibles investigadas y desarrolladas exhaustivamente desde los años 50 por las mejores instituciones y autoridades en la certificación de profesionales del área. Además, demuestra una total tergiversación de conceptos como enseñanza eclética y lenguaje comunicativo, factores que afectan el aprendizaje de la segunda lengua, normas culturales y contexto del idioma, instrucción basada en temas, actividades y formas, la utilización de material real en el aula, material interactivo para la introducción de estructuras y competencias en el idioma, la efectividad de la enseñanza en instituciones con años de experiencia y renombre a nivel internacional y sobre todo profesionalismo y respeto hacia los colegas del área. ¿Qué pasa con aquellos individuos y universidades que han dedicado su vida a mejorar nuestra labor o es que las certificaciones de Open English no se basan en estos mismos conceptos?
Claramente, para mí, es hora de hacer algo, bien sea a través de la denuncia personal ante la mediocridad de la campaña publicitaria basada en la burla total de profesionales no nativos del idioma inglés y la capacidad de razonamiento de los espectadores, como la participación activa de entidades y organizaciones que hagan valer una forma más equitativa y respetuosa de promocionar los servicios que, en otro caso, consideraría de alta calidad, pero que basados en este concepto publicitario, carecen de total validez y me inspiran desconfianza, repudio y tristeza. Mi trabajo es de gran valor, lo tomo en serio, ofrezco lo mejor de mí a todos y cada uno de mis alumnos, grandes y pequeños, y como teleaudiencia, merezco mucho más consideración y apreciación hacia mi inteligencia y desarrollo.

¿Quieren ver una estrategia publicitaria de calidad, innovación y diversidad competitiva? Aquí se las dejo

(para detener la música de fondo busca el video en la barra lateral y haz clic en pausa):