Más allá de la Ley de Atracción

Recientemente una amiga astróloga me ha comentado que hay algunas personas a quienes El Secreto no les funciona porque éste sólo se enfoca en la Ley de Atracción que se aplica al devenir de los sucesos en el universo, y por consiguiente a nuestras vidas. Al respecto me ha dado referencia de un antigüo libro de Hermes
Trismegisto llamado Kybalion que habla acerca de siete leyes universales inalterables que rigen los acontecimientos a nuestro alrededor, los cuales incluyen a la Ley de Atracción. Ahora bien, como conocedora y practicante conciente de El Secreto, me tomado un rato para investigar este comentario y, a pesar de no haber indagado en profundidad, ya tengo una pequeña conclusión al respecto.
Ciertamente el enfoque que se da en El Secreto a esta Ley es bastante optimista (no olvidemos que Rhonda Byrne ha aplicado también mucho mercadeo agresivo), pues está basado en un cambio de hábitos y de pensamiento para llegar finalmente a un cambio de vibración, pero esto en ningún momento quiere decir la Ley de Atracción o cualquier otra Ley, tenga poderes mágicos, ella existe por sí misma y sepamos o no de ella o como usarla, seguirá existiendo y funcionando. Mencionan algunos autores que he encontrado en libros y enunciados al respecto, que una de las primeras leyes herméticas afirma que se debe cambiar la vibración a través del cambio de pensamiento, lo que lleva a la segunda ley conocida como el principio de la polaridad. Pues bien, a pesar de no estar explícito en El Secreto, casi todos los expertos que hablan de la Ley de Atracción en él apuntan exactamente a estas dos primeras Leyes Herméticas, afirmando que si logramos cambiar nuestra onda vibracional a través de pensamientos positivos y la supresión de ideas negativas, lograremos activar la Ley de Atracción concientemente a nuestro favor.
Todos y cada uno de los expertos y personas que dan testimonio de la manera en que funciona o como han aplicado esta ley, especialmente John Assaraf, James Arthur Ray y Bob Proctor, hacen ver que las personas funcionan como imanes o torres de vibración que atraen a sí aquello en lo que más piensan, sea esto positivo o negativo, pues la energía de un pensamiento no distingue entre querer o no algo, sino simplemente el "algo" en que se piensa. De tal manera, como bien dicen Joe Vitale, Michael Beckwith y Jack Canfield, al dejar de pensar en lo que no queremos y enfocarnos en lo que sí queremos logramos cambiar nuestra vibración hacia aquello que es positivo para atraerlo a nuestras vidas. Está claro, al menos para mi, que aún cuando no mencionen los nombres de estas dos leyes herméticas, están hablando de ellas y por consiguiente las están tomando en cuenta. Además, El Secreto también deja en claro que para activar la Ley de Atracción hay que tener el código correcto para ampliar el imán que somos... Y yo me pregunto ¿será que ese código correcto se basa en darse cuenta en realidad del resto de las leyes que se aluden sin nombrar junto a la Ley de Atracción?

Continuará...