domingo, 1 de junio de 2008

Los colores de la vida

Hace unos días me dijo que en la vida las cosas son blanco o negro y yo respondí que no, que hay muchos matices de gris...


Yo podría definir la vida en matices, un amplio pantone de colores, desde el más claro hasta el casi negro, porque la vida la hacen las personas y cada persona es una isla a la que llegamos con una carga y a la que dejamos una experiencia, tiñendo a cada una con nuestra tonalidad en su vida. Así, podemos llegar a amar a alguien y no querer estar con esa persona porque en los colores que llevamos y mezclamos con el otro no sale el tono que andamos buscando o sabemos que nunca saldrá. También, podemos llegar a amar a alguien y no querer estar con esa persona porque el color perfecto que teníamos se decoloró o se mezcló con nuestros tonos pasados y se tranformó en algo que nunca quisimos. Finalmente, podemos amar a alguien y no querer estar con esa persona simplemente porque sus colores, al ser estudiados, no son lo que deseamos en nuestra vida y por ese amor que sentimos no deseamos transformar el tono de la otra persona, aunque tarde o temprano lo hagamos, porque es simplemente inevitable. Entonces, dime tú si tu visión en blanco y negro permite mezclar los colores y encontrar un tono adecuado a lo que deseas y porque te sientes tan triste… Tienes una respuesta, sí, tal vez esa falta de tolerancia a los grises no te deja mezclarte o ¿será que es la otra persona la que no tiene el tono adecuado para ti? En cualquier caso, estudia tus colores y tu capacidad de mezclarlos y mira los tonos de la otra persona porque tal vez no te has dado cuenta…

Será porque eres hombre y ella mujer.