martes, 14 de febrero de 2017

Mi angel en el cielo


Hoy te has marchado y no puedo más que estar profundamente triste y profundamente agradecida por tu compañía estos siete años que estuviste a mi lado desde que te adopté y en los que aprendí de ti la paciencia, el amor incondicional, el positivismo ante cada problema de la vida, y en los que recibí de ti lo más sincero que pudiste dar.
Hoy te has ido después de casi mil fotos a tu lado, después de darme la oportunidad de adoptar otro como tu, de quien fuiste guía y ejemplo, a quien has acompañado hasta hoy.
Hoy te has marchado con tu lengüita larga, tus cacareos de gallina y tu colita alegre. Tengo fe que has encontrado a Silvana en el camino de vuelta al mundo espiritual, y que ella te ha recibido con amor y alegría, como siempre te trató cuando estuvieron aquí conmigo.
Hoy te has ido después de más de 400 días sin ver tu carita, sin sentir tu calor y sin compartir mis clases contigo, y yo quisera estar más conforme, pero no lo estoy. Tenía la certeza en mi corazón de volver a estar juntos, de vivir unos cuantos años más de compañía y amor. No ha sido así, y busco consuelo en esta soledad tan grande que vivo desde que te vi la última vez, pero igual mi Coky, quiero que te vayas feliz y sigas tu camino, no me mires, no te detengas en tu vuelo.
Hoy te has ido, pero yo siempre te amaré mi perrito, hasta el día que vaya a tu encuentro, serás con mucho, el mejor compañero que he tenido en este viaje.