martes, 21 de julio de 2009

Sólo tú

El silencio ensordecedor de esta noche
no me deja dormir,
vagabundo en la oscuridad por la que me dejo abrazar,
va de la mano con la esencia penetrante
que puedo oír,
más allá de mis pensamientos,
más allá de mi soñar…

Tu voz,
que aturde,
que calma,
que me regala una canción.

El ruido acompasado de la máquina
cansada ya de latir
resuena dentro y fuera de la esfera alrededor del amar,
percibiendo el mapa que guía con certeza
todo su sentir,
donde recorro con locura
mi única y propia verdad…
Tu piel,
que quema,
que endulza,
que me hechiza con pasión.

La falsa ausencia que me reflejas hoy
no admite vivir,
más en vano lucho contra lo que no me quiere dejar,
sin estar me posee y me siente
muy despacio morir,
regalándome lo más hermoso
que he llegado a mirar…
Tus ojos,
que brillan,
que se ciegan,
que no logran ver mi corazón.

La eterna presencia de tu alma
se hace profunda en mí,
taciturna así como mis palabras me viene a acompañar,
ahogando lo que soy en este amor
que nació al existir
lo que eres y lo has estado buscando
en mi eternidad…
Tu esencia,
que me penetra
sin prisa,
que es dueña de mi oración.