Hace unas noches alguien me preguntó por qué tengo este sentimiento... mi respuesta fue sincera y clara: “No sé”, simplemente porque no lo se... Este amor y enamoramiento, pasión y emoción, no son cosas que puedan ser explicadas con razones o estructuras... este sentimiento está en mí como respirar, parpadear o tragar saliva... Sin embargo, con algo de lo que he aprendido en mi vida y aquello que guía mi aprendizaje, puedo darle forma.
El corazón del ser humano es como una música escrita, contiene una melodía hermosa que se encuentra dormida esperando el momento apropiado para ser interpretada, cantada y danzada. Sólo a través del amor llega el momento de sonar y a través del amor la música comienza a tomar vida, se despierta y deja de ser un potencial para convertirse en una realidad. Este amor es un profundo deseo de ser uno con el otro, un profundo deseo de integrar en una unidad el tú y el yo. Sin embargo, el ego se ha convertido en una barrera entre tú y el otro, entre tú y el todo, entre tú y el amor. Pero este amor es un deseo de nutrición, es enraizarse en la existencia, no tiene ningún propósito, y tampoco tiene ningún fin. Sólo tiene una inmensa significación: una gran alegría y un éxtasis en sí mismo, pero estos no son propósitos o fines.
Dicen que siempre hay una cierta locura en el amor porque éste no tiene razón alguna. Cuando preguntas por qué te amo sólo puedo decir: “No sé.” Todo lo que sé es que amarte es experimentar el espacio más hermoso dentro de mí y de allí reflejarlo en ti. Y este espacio no es mental, no puede ser explicado ni comprendido, sólo puede ser dado y aceptado. Es como un capullo de rosa con una gota de rocío sobre sí brillando como una perla que con la primera brisa de la mañana y al sol, está bailando.
Este amor llegó de improviso y no como una consecuencia de algún esfuerzo de parte de alguien, sino como un regalo de la naturaleza. Sin embargo, si en el momento que llegó me hubiese preocupado porque algún día, de pronto, pudiera terminar, no podría haberlo aceptado. Por eso, si tienes algo que te proporciona alegría, paz, éxtasis, lo mejor es compartirlo. Y recuerda que cuando compartes hay un motivo: Con sólo compartir estarás tremendamente satisfecho, porque en el compartir mismo está la satisfacción, no hay ninguna meta y no está orientado hacia ningún fin.
Yo te amo y no puedo evitarlo; no es cuestión de que pueda o deba amarte o no, yo simplemente te amo, y si no estuvieses aquí, esta casa estaría llena de mi amor por ti y no habría ninguna diferencia. Los árboles todavía recibirían mi amor, los pájaros también, e incluso si todos los árboles y los pájaros desaparecieran, eso no haría ninguna diferencia porque este amor seguiría fluyendo. Aún así, este amor es como una flor muy frágil que tiene que ser protegida, reforzada y regada para fortalecerse desde dentro de sí misma. Amar es algo natural, tal como respirar, y cuando se ama a alguien, no se puede exigir porque sino desde el principio mismo estarás cerrando las puertas. No se puede tener ninguna expectativa, de manera que si algo aparece en tu camino, sólo se puede sentir gratitud y si nada viene, no es necesario que venga, no lo necesitas, no puedes mantener esa expectativa.
Cuando el amor se convierte en algo natural y carente de egoísmo tiene una tremenda belleza y posee algo que está muy por encima de la mal llamada humanidad porque tiene algo de divino que jamás podrá ser explicado. Y eso es lo que siento... por tí...
Inspirado en: Osho, "Vida, Amor, Risa." y esos ojos de luz.
El corazón del ser humano es como una música escrita, contiene una melodía hermosa que se encuentra dormida esperando el momento apropiado para ser interpretada, cantada y danzada. Sólo a través del amor llega el momento de sonar y a través del amor la música comienza a tomar vida, se despierta y deja de ser un potencial para convertirse en una realidad. Este amor es un profundo deseo de ser uno con el otro, un profundo deseo de integrar en una unidad el tú y el yo. Sin embargo, el ego se ha convertido en una barrera entre tú y el otro, entre tú y el todo, entre tú y el amor. Pero este amor es un deseo de nutrición, es enraizarse en la existencia, no tiene ningún propósito, y tampoco tiene ningún fin. Sólo tiene una inmensa significación: una gran alegría y un éxtasis en sí mismo, pero estos no son propósitos o fines.
Dicen que siempre hay una cierta locura en el amor porque éste no tiene razón alguna. Cuando preguntas por qué te amo sólo puedo decir: “No sé.” Todo lo que sé es que amarte es experimentar el espacio más hermoso dentro de mí y de allí reflejarlo en ti. Y este espacio no es mental, no puede ser explicado ni comprendido, sólo puede ser dado y aceptado. Es como un capullo de rosa con una gota de rocío sobre sí brillando como una perla que con la primera brisa de la mañana y al sol, está bailando.
Este amor llegó de improviso y no como una consecuencia de algún esfuerzo de parte de alguien, sino como un regalo de la naturaleza. Sin embargo, si en el momento que llegó me hubiese preocupado porque algún día, de pronto, pudiera terminar, no podría haberlo aceptado. Por eso, si tienes algo que te proporciona alegría, paz, éxtasis, lo mejor es compartirlo. Y recuerda que cuando compartes hay un motivo: Con sólo compartir estarás tremendamente satisfecho, porque en el compartir mismo está la satisfacción, no hay ninguna meta y no está orientado hacia ningún fin.
Yo te amo y no puedo evitarlo; no es cuestión de que pueda o deba amarte o no, yo simplemente te amo, y si no estuvieses aquí, esta casa estaría llena de mi amor por ti y no habría ninguna diferencia. Los árboles todavía recibirían mi amor, los pájaros también, e incluso si todos los árboles y los pájaros desaparecieran, eso no haría ninguna diferencia porque este amor seguiría fluyendo. Aún así, este amor es como una flor muy frágil que tiene que ser protegida, reforzada y regada para fortalecerse desde dentro de sí misma. Amar es algo natural, tal como respirar, y cuando se ama a alguien, no se puede exigir porque sino desde el principio mismo estarás cerrando las puertas. No se puede tener ninguna expectativa, de manera que si algo aparece en tu camino, sólo se puede sentir gratitud y si nada viene, no es necesario que venga, no lo necesitas, no puedes mantener esa expectativa.
Cuando el amor se convierte en algo natural y carente de egoísmo tiene una tremenda belleza y posee algo que está muy por encima de la mal llamada humanidad porque tiene algo de divino que jamás podrá ser explicado. Y eso es lo que siento... por tí...
Inspirado en: Osho, "Vida, Amor, Risa." y esos ojos de luz.