"Somos mucho más que nuestro cuerpo o nuestra mente. Somos seres hermosos, inmortales, eternos y llenos de amor y luz"
"La búsqueda de la felicidad es un común denominador en los seres humanos. Guiados por este deseo, creamos nuevas tecnologías y perfeccionamos las técnicas existentes hasta alcanzar grados extraordinarios de sofisticación en el consumo de bienes.
Sin embargo pese a la increíble ampulosidad de nuestra sociedad, creo que existe un descontento generalizado en el ámbito individual. Tener más, ganar más, necesitar más y ser mejores, más famosos, más brillantes y tener más éxito que los demás son sólo intentos superficiales de lograr la felicidad. Estas diferencias sociales crean un abismo, cada vez más profundo, entre las personas. Además, nuestra sociedad está amenazando gravemente el planeta y envenenando con rapidez el medio ambiente.
Al mismo tiempo se está produciendo una revolución espiritual encabezada por personas que buscan un camino para aportar a su vida más significado, plenitud y alegría, y trascender lo mundano. La escencia de la felicidad es la paz interior. Esta paz sólo se consigue cuando reconocemos nuestra naturaleza fundamental, que es el amor incondicional; el amor que se expresa con la libertad y no pide nada a cambio.
Esto es lo que hemos venido a aprender en la escuela de la vida, y necesitamos muchas vidas para acumular esta sabiduría. El aprendizaje no es fácil y el proceso requiere mucho tiempo. Los avances son, a menudo, imperceptibles y es fácil que nos sintamos desanimados por nuestros propios fallos.
Sin embargo, vale la pena invertir en este camino del amor porque es un camino de paz y felicidad. No se preocupe por el ritmo al que progresa ni se juzgue cuando cometa errores. Este camino es único para cada uno de nosotros y tenemos mucho que aprender durante su recorrido. En esta escuela, disponemos de un cuerpo físico y aprenemos a través de las emociones y las relaciones. A medida que avanzamos por el camino de la espiritualidad, nos convertimos en personas más tolerantes, comprensivas y abiertas al amor.
Sea tenaz, paciente y abierto. El viaje es, sin duda alguna, tan importante como el punto de llegada."
Fuente: "Espejos del tiempo", Brian Weiss. Capítulo XI.
"La búsqueda de la felicidad es un común denominador en los seres humanos. Guiados por este deseo, creamos nuevas tecnologías y perfeccionamos las técnicas existentes hasta alcanzar grados extraordinarios de sofisticación en el consumo de bienes.
Sin embargo pese a la increíble ampulosidad de nuestra sociedad, creo que existe un descontento generalizado en el ámbito individual. Tener más, ganar más, necesitar más y ser mejores, más famosos, más brillantes y tener más éxito que los demás son sólo intentos superficiales de lograr la felicidad. Estas diferencias sociales crean un abismo, cada vez más profundo, entre las personas. Además, nuestra sociedad está amenazando gravemente el planeta y envenenando con rapidez el medio ambiente.
Al mismo tiempo se está produciendo una revolución espiritual encabezada por personas que buscan un camino para aportar a su vida más significado, plenitud y alegría, y trascender lo mundano. La escencia de la felicidad es la paz interior. Esta paz sólo se consigue cuando reconocemos nuestra naturaleza fundamental, que es el amor incondicional; el amor que se expresa con la libertad y no pide nada a cambio.
Esto es lo que hemos venido a aprender en la escuela de la vida, y necesitamos muchas vidas para acumular esta sabiduría. El aprendizaje no es fácil y el proceso requiere mucho tiempo. Los avances son, a menudo, imperceptibles y es fácil que nos sintamos desanimados por nuestros propios fallos.
Sin embargo, vale la pena invertir en este camino del amor porque es un camino de paz y felicidad. No se preocupe por el ritmo al que progresa ni se juzgue cuando cometa errores. Este camino es único para cada uno de nosotros y tenemos mucho que aprender durante su recorrido. En esta escuela, disponemos de un cuerpo físico y aprenemos a través de las emociones y las relaciones. A medida que avanzamos por el camino de la espiritualidad, nos convertimos en personas más tolerantes, comprensivas y abiertas al amor.
Sea tenaz, paciente y abierto. El viaje es, sin duda alguna, tan importante como el punto de llegada."
Fuente: "Espejos del tiempo", Brian Weiss. Capítulo XI.