martes, 28 de junio de 2011

Nadie es de nadie

Nadie es de nadie y, sin embargo, es naturaleza del ser humano y sus leyes calificar como propio a todo ser dentro de la vida de alguien: mi madre, mi hermano, mi amiga, mi jefe, mi mujer, e incluso expresar posesión al decir ¡Dios mío!, para caer luego en la rebeldía egoísta de no ser poseído por los demás, ignorando el significado más profundo y amplio de la expresión: el ser uno con los demás.

Ser de alguien no se trata de poseerlo ni limitarlo sino de incluirlo y mantener un compromiso de integración, sabiendo que si decimos mi padre, mi hermana, mi novio es porque esa persona es parte de nuestra vida, de nuestros pensamientos y de nuestras acciones, estándo presente dentro de cada cosa que hacemos, decimos y pensamos porque merece un lugar especial en nuestro corazón y lo calificacamos como propio porque es parte inseparable de nuestros sentimientos, nuestra lealtad y nuestro respeto.
Y por eso yo soy tuya...