jueves, 9 de septiembre de 2010

¿Dónde estoy yo?

Érase una vez un hombre sumamente distraído -un loco o quizás un sabio- que, cuando se levantaba por las mañanas, tardaba tanto tiempo en encontrar su ropa que por las noches casi no se atrevía a acostarse, sólo de pensar en lo que le aguardaba cuando despertara.