viernes, 21 de mayo de 2010

El pastor distraido

Aquel día el pastor contó sus ovejas y se dio cuenta que faltaba una de ellas. Angustiado, pasó todo el día buscándola, hasta que sobrevino la noche, pero no pudo encontrarla.

Entonces pasó por allí otro pastor y le dijo: "Oye, ¿cómo es que llevas una oveja sobre los hombros?"


Con mucha frecuencia, el ser humano común se comporta como ese pastor porque no ha aprendido a discernir, porque no distingue entre lo real y lo ilusorio, y entre el Yo y el no-yo, busca. Pero su búsqueda es insatisfactoria porque no busca lo que debe ni dónde debe.

Fuente: Cuentos Zen