Y aquí tenemos la pregunta: ¿Qué es mejor: amar o ser amado? Pues bien, el amor espiritual es siempre recíproco. Esto quiere decir que si realmente amas a alguien, no por su cuerpo, sino por el alma que contiene, la otra persona también te amará de la misma manera. Es un concepto difícil y exige una gran dosis de concentración y altruismo.
