domingo, 11 de noviembre de 2007

El fénix de América

Sor Juan Inés de la Cruz, religiosa, dramaturga y poetisa mexicana del siglo XV, ha causado siempre controversia por lo apasionado de su pluma y su habilidad para escribir de una manera complicada y, para algunos, un tanto retorcida. En la semana aniversaria de su natalicio, he querido compartir este soneto que guarda como muchas de sus obras una urgencia extraña por el amor, que viniendo una religiosa, no puede más que leventar suspicacia en quien la lee.


ESTA TARDE MI BIEN

Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
como en tu rostro y tus acciones veía
que con palabras no te persuadía,
que el corazón me vieses deseaba;

y Amor, que mis intentos ayudaba,
venció lo que imposible parecía:
pues entre el llanto, que el dolor vertía,
el corazón deshecho destilaba.

Baste ya de rigores, mi bien, baste:
no te atormenten más celos tiranos,
ni el vil recelo tu inquietud contraste

con sombras necias, con indicios vanos,
pues ya en líquido humor viste y tocaste
mi corazón deshecho entre tus manos.