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Y si ya tantas mujeres se han dado cuenta que el entrenamiento con pesas no es sólo para quienes quieren ser como Schwrzenegger en sus buenos tiempos, no sería sorprendente que cada día nacieran más adeptas a ello, pero tristemente esta lógica aún no ha calado en muchos lugares… Bien sea por falta de información por parte de los medios o los mismos gimnasios, o por el mito aquel de que la manera de estar en forma es pasar horas en la máquina elíptica o en clases de aeróbicos, al siquiera oír la idea de levantar pesas muchas se preocupan que a menos que se apeguen a muchas repeticiones de poco peso, estarán en camino al mundo del mítico actor musculoso. EN tal sentido, Larry Drug, entrenador personal del gimnasio Crunch Fitness de la ciudad de Los Ángeles, dice “nunca he tenido una cliente que no se preocupe por ello; es la primera cosa que preguntan.”
El levantamiento de pesas también ayuda a mantener alejados los efectos debilitantes de los huesos producidos por la osteoporosis, una enfermedad que amenaza a unos 44 millones de personas (sólo en los Estados Unidos), en su mayoría mujeres. Walter Frontera, jefe de rehabilitación del hospital Spaulding en Boston, dice “está claro que las personas que hacen entrenamiento con pesas ganan masa ósea durante el tiempo en el cual están practicando.”
Una de las investigaciones más recientes demuestra beneficios muy alentadores para quienes sufren de artritis; uno de los estudios publicados en el Journal of Reumathology en el año 2001 encontró más de un 40% de reducción en el dolor artrítico después de cuatro meses de entrenamiento fuerte. Por otro lado, el levantamiento de pesas ha demostrado proteger contra la pérdida muscular promovido por las dietas bajas en proteínas prescritas para pacientes con enfermedades renales. Las pesas también ayudan a las mujeres con fibromialgia – dolor muscular y de los ligamentos en todo el cuerpo – a enfrentar la incomodidad y a dormir mejor. Además, Miriam Nelson, directora del centro de actividad física y nutrición de la escuela Friedman de Ciencias y Políticas de la Nutrición de la Universidad de Tufts, dice que un régimen de pesas ayuda a eliminar el desgaste muscular que experimentan las personas con VIH. Y otro beneficio adicional es que también ayuda a controlar el nivel de azúcar en la sangre y elimina la depresión.
Dos sesiones sólidas de fuerza a la semana por cerca de una hora cada una estarán bien. Matt Brzycki, coordinador de entrenamiento recreacional y programas de bienestar de la universidad de Princeton, dice “se requiere un ejercicio corporal total – desde las orejas a las pantorrillas – en una sola sesión.” Recomienda trabajar todos los grupos mayores de músculos en la espalda, brazos, piernas, pecho y abdominales, exactamente como se realiza en las sesiones de Body Pump, con la diversidad de rutinas con música, y si se quiere entrenar más a menudo es preciso trabajar diferentes grupos de músculos en días diferentes. Así, en los días que no se ejercite se dará un tiempo de descanso para que los músculos se hagan más fuertes, dice White, de manera que se puede concentrar en diferentes regiones del cuerpo – por ejemplo, espalda y bíceps en una sesión y piernas y tríceps en otra.
Fuente: Edición Especial de Salud de la Revista publicada por USN&WR